¡¡¡FELIZ DÍA DEL MAESTRO!!!
Pensadores y Educadores Argentinos
(Datos aportados por la Prof. Débora Calleja - Área Cs. Sociales)
Domingo Faustino Sarmiento
El 11 de septiembre
de 1888 moría en Paraguay Domingo Faustino Sarmiento. En su honor, en esta
fecha se conmemora el día del maestro
Domingo
Faustino Sarmiento fue ante todo un hombre de su tiempo, marcado por profundas
contradicciones y una enorme sinceridad que lo llevaba a ser siempre
políticamente incorrecto. Insultó a la oligarquía de su tiempo y pidió no
ahorrar sangre de los mismos gauchos a los que llamaba “el soberano” y se
obsesionaba en educar. Todo eso, no parte de ello, fue Sarmiento.
El 15 de febrero de 1811,
nació en el Carrascal uno de los barrios más pobres de la ciudad de San Juan,
Domingo Faustino Sarmiento. Los primeros "maestros" de Domingo fueron
su padre José Clemente Sarmiento y su tío José Eufrasio Quiroga Sarmiento,
quienes le enseñaron a leer a los cuatro años. En 1816, ingresó a una de las
llamadas "Escuelas de la
Patria ", fundadas por los gobiernos de la Revolución , donde tuvo
como educadores a los hermanos Ignacio y José Rodríguez, éstos sí maestros
profesionales.
Cuando terminó la
primaria, su madre, Doña Paula Albarracín, quiso que estudiara para sacerdote
en Córdoba, pero Domingo se negó y tramitó una beca para estudiar en Buenos
Aires. No la consiguió y tuvo que quedarse en San Juan donde fue testigo de las
guerras civiles que asolaban la provincia. Marchó al exilio en San Francisco
del Monte, San Luis, junto a su tío, José de Oro. Allí fundaron una escuela que
será el primer contacto de Sarmiento con la educación.
Poco
después, regresó a San Juan y comenzó a trabajar en la tienda de su tía.
Entre
1845 y 1847, por encargo del gobierno chileno, visitó Uruguay, Brasil, Francia, España, Argelia, Italia,
Alemania, Suiza, Inglaterra, EEUU, Canadá y Cuba. En cada uno de estos países, se interesó por el sistema educativo,
el nivel de la enseñanza y las comunicaciones. Estando en
Francia, en 1846, tuvo un raro privilegio: conocer personalmente al
general San Martín en su casa de Grand Bourg y mantener
una larga entrevista con el libertador.
Sarmiento
pensaba que el gran problema de la
Argentina era el atraso que él
sintetizaba con la frase "civilización y barbarie". Como
muchos pensadores de su época, entendía que la
civilización se identificaba con la ciudad, con lo urbano, lo que estaba
en contacto con lo europeo, o sea lo que para ellos era el progreso. La
barbarie, por el contrario, era el campo, lo rural, el atraso, el indio y el
gaucho. Este dilema, según él, solo podía resolverse con el triunfo de la "civilización"
sobre la "barbarie.
Escuelita de Sarmiento en San Francisco del Monte de Oro - Pcia. de San Luis |
En
1862 siendo gobernador de San Juan, dictó una Ley Orgánica de Educación Pública
que imponía la enseñanza primaria obligatoria y creaba escuelas para los
diferentes niveles de educación, entre ellas una con capacidad para mil
alumnos, el Colegio Preparatorio, más tarde llamado Colegio Nacional de San
Juan, y la Escuela
de Señoritas, destinada a la formación de maestras.
Los
comicios realizados en abril de 1868 lo consagraron presidente de los
argentinos. Asumió el 12 de octubre de ese año. Durante su presidencia siguió
impulsando la educación fundando en todo el país unas 800 escuelas y los
institutos militares: Liceo Naval y Colegio Militar. Además, durante su
gobierno se tendieron 5.000
kilómetros de cables telegráficos y en 1874, poco antes
de dejar la presidencia pudo inaugurar la primera línea telegráfica con Europa.
Modernizó el correo y se preocupó particularmente por la extensión de las
líneas férreas. En 1869 se concretó el primer censo nacional. Los argentinos
eran por entonces 1.836.490, de los cuales el 31% habitaba en la provincia de
Buenos Aires y el 71% era analfabeto. Según el censo, el 5% eran indígenas y el
8% europeos. El 75% de las familias vivía en la pobreza, en ranchos de barro y
paja. Los profesionales sólo representaban el 1% de la población. La población
era escasa, estaba mal educada y, como la riqueza, estaba mal distribuida.
Al
finalizar su mandato en 1874, asumió el cargo de Director General de Escuelas
de la Provincia
de Buenos Aires.
Durante
la presidencia de Roca ejerció el cargo de Superintendente General de Escuelas
del Consejo Nacional de Educación. En la época en que Sarmiento fomentaba la
educación popular, el índice de analfabetos era altísimo. En el campo había muy
pocas escuelas porque la mayoría de los estancieros no tenían ningún interés en
que los peones y sus hijos dejaran de ser ignorantes. Cuanta menos educación
tuvieran más fácil sería explotarlos. Recién en 1884, logró la sanción de su
viejo proyecto de ley de educación gratuita, laica y obligatoria, que llevará
el número 1420.
En
el invierno de 1888 se trasladó al clima cálido del Paraguay junto a Aurelia
Vélez, la hija de Dalmacio Vélez Sarsfield, autor del Código Civil. Aurelia fue
la compañera de Sarmiento durante los últimos años de su vida. Murió el 11 de
septiembre de ese año, en Paraguay, como su hijo Dominguito.
José Manuel Estrada
En la fecha de su fallecimiento se conmemora el Día del Profesor
(de nivel secundario y universitario)
José Manuel Estrada nació
en Buenos Aires, Argentina, el 13 de julio de 1842 y falleció en la ciudad de
Asunción, Paraguay, el 17 de septiembre de 1894. Huérfano a muy temprana edad,
y que de su educación se hizo cargo su abuela, Carmen de Liniers. Su primer
maestro fue Manuel Pintos, y su educación formal la desarrolló en el Colegio de
San Francisco, donde aprendió filosofía, teología, religión y humanidades. A
través de esta enseñanza, Estrada se formó como un férreo católico, al punto
que sería la defensa de este dogma la que lo llevaría a destacar como político.
En 1858, cuando finalizó
con sus estudios primarios, recibió un premio en el concurso de historia del
Liceo Literario, por su obra relativa al descubrimiento de América. Este
estímulo fue suficiente para que orientara su formación autodidacta a los
asuntos históricos, que a la postre lo convertiría en uno de los más destacados
historiadores argentinos. Por esa época, además, Estrada comienza su actividad
como periodista, como redactor de La Guirnalda , Las Novedades y La Paz.
Provenía de una familia
acaudalada y tradicional de Buenos Aires y se constituyó como el líder laico
del movimiento católico argentino que debatió con liberalismo secularista de fines
del siglo XIX. Fue periodista, ensayista, historiador, docente, político,
convencional constituyente, ministro, diputado y embajador. Sus preocupaciones
por la cuestión católica, la democracia argentina y lo educativo lo llevaron a
desarrollar múltiples escritos y a ocupar distintos cargos.
José Manuel Estrada ha
tenido un reconocimiento importante en la historia argentina como un referente
ineludible de las ideas del catolicismo en la segunda parte del siglo XIX. Para
muchos conocedores, estén o no de acuerdo con él, es el gran representante del
pensamiento católico y el laico dirigente más destacado de la época.
Su
acción y su pensamiento lo erigieron en el arquetipo del dirigente católico
argentino.
Concibió
a la educación como un instrumento para transmitir los deberes y derechos de
los ciudadanos. Para Estrada la educación tiene un fin eminentemente moral,
pues ella lleva a la perfección, que es el destino del hombre. "El
hombre marcha hacia Dios, por medio de la verdad." Tiene además un fin
social, porque la comunidad requiere que los individuos que la componen
participen activamente en el intercambio recíproco del pensamiento y el
esfuerzo. Y, por fin, la educación es un deber cívico en toda democracia, por
cuanto, merced a ella, se habilita al ciudadano para ejercer sus derechos.
Ejerció
la docencia como una gran vocación. Por eso, al despedirse de sus discípulos de
la Facultad
de Derecho pudo decir: "Ha sido para mí la enseñanza un altísimo
ministerio social a cuyo desempeño he sacrificado el brillo de la vida y las
solicitaciones de la fortuna, el tiempo, el reposo, la salud, y en momentos
amargos mi paz y la alegría de mi familia".
No hay comentarios:
Publicar un comentario